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martes, 3 de septiembre de 2013

Mis sentires, en una nueva etapa…

No es fácil describir un sentir, y como es algo personal, sólo lo siente la persona que lo ha vivido.
También me cuestiono, ¿A quien le puede interesar, lo que uno puede estar sintiendo?... y la respuesta está: en todos nuestros seres queridos y allegados, que comparten, se alegran, alientan, apoyan y acompañan nuestros momentos.
Y eso es lo lindo, el compartir y el comunicarse; Haciendo que, aumente la felicidad, y alimente el alma.

Como yo tengo muchos allegados y seres queridos, tuve ganas de compartir con todos, las sensaciones vividas estos últimos días, al regresar nuevamente a mi casa, y comenzar una nueva etapa.

(Antes)
(Hoy)

El volver a mi casita soñada, fue como volver a revivir la infancia de Santiago, con Eloy. 
Es como si hubiese quedado dormida en el tiempo, como el cuento de la Bella durmiente; y al despertar, veo todo como entonces…
En el entre piso, que era la habitación de Santi, hoy  es la de Eloy. 

(Antes)

(Hoy)

Estamos los dos felices y las cosas se van acomodando, y empezamos a disfrutar de todo esto…  
El primer día de Eloy, en su nueva casa fue maravilloso…
Por la mañana, apenas se levantó, y mientras yo preparaba el desayuno, lo busco, lo llamo, y a que no saben donde estaba?... subido en el árbol… y el segundo día, después de volver del conservatorio y la psicóloga, mientras yo hacía el almuerzo, me pidió permiso, para dar unas vueltas en bicicleta y reconocer el barrio… lo bueno es, que se vienen los días lindos, para aprovechar el aire libre y disfrutar de jugar en este lugar, con tanto jardín…
Llegó el fin de semana largo, y anticipándome a ese, le dije a Eloy, que programara con tiempo; porque si no, después comienza a decir: “estoy aburrido!!!”… y como esto, es todo nuevo para él, y aún no conoce chicos en el barrio, entonces, invitó un compañerito del cole a jugar. Cuando estábamos recibiéndolo, en la entrada, pasan tres chicos con la pelota, que iban a jugar, en un terreno baldío de la vuelta; y uno de ellos, lo saluda a Eloy, y le dice, quieren venir?, vamos a jugar al futbol. Yo sorprendida!!… charlamos con ellos, y se van todos a jugar; la pasaron bárbaro!! Comenzaron con la pelota, luego a las escondidas, etc… El nene ese, resultó ser vecino, de la casa de al lado; y va al mismo colegio de Eloy, un grado menos. Y a su papá, lo supe cuidar, cuando era chiquito (yo de adolescente, fuí Baby sister) y sus abuelos, muy amigos de mis padres. Cuantas coincidencias!!
Al día siguiente, invitó a su mejor amigo, y en una de sus salidas, por ahí, me dice: nos vamos a buscar elementos, para construir la casa del árbol. Y al rato, cae con dos cubiertas de auto. Y ya las colgó con una soga, para hacer hamacas; yo también, me prendí en su juego y sacamos fotos.





















Luego, la semana transcurrió con las actividades de siempre, tanto para él, como para mí; a las que agregué el acomodar, decorar y acondicionar la casa; e ir haciendo cositas que estuviesen a mi alcance de realizar, como algunos trabajos en el jardín, pintar y reparar otras, etc.
Además, se vinieron los días de calor, por lo que aproveché de regar un poco, la gran seca del jardín, producto del invierno frío y seco. Con un poquito de humedad y el calor que hizo, ya comenzó a verdear y a brotar las primeras hojitas. También, estuvieron los jardineros, que hicieron las tareas más gruesas, para dejar ya acondicionado el jardín.
Al ir de compras, por el barrio, me cruce, con viejos vecinos, que con gran alegría, me saludaron y me dieron la bienvenida nuevamente. Y Para sorpresa mía, el carnicero del mercadito, me reconoció perfectamente, saludándome también, como si fuera ayer no más, que no lo veía!!...
Y llegó nuevamente, el fin de semana, y para felicidad nuestra, tuvimos la casa llena de gente, disfrutando del hermoso lugar, que nos brinda la casa y la villa.
Niños y niñas de todos los tamaños, amigos y familiares; los niños, jugaron con total libertad y naturalmente, con gran gozo, desde la mañana a la noche…
Al igual que los grandes, mateando, charlando, caminando, bicicleteando y compartiendo comidas.






Todo vuelve a funcionar, como antes!! Y a tener el movimiento que siempre tuvo. Un lugar para compartir con todos, disfrutando de la naturaleza y la buena onda…
¡Que Felicidad!!! Siempre dije, que este lugar es mágico, atrae a todo el mundo, con su “calidez, simpleza y naturalidad”…


3 comentarios:

  1. Me alegro Ceci de verte tan feliz !!!Clau

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  2. me encantò este relato donde nos expones tu vida en este momento...................etapa que deseo la vivas a plenitud, acariciando la vida que siempre es un regalo de Dios, bendiciones para vos amiga.- un beso enorme.-

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  3. ¡Qué buenooooo! Creo que en esas pequeñas cosas está la verdadera felicidad, Ceci. Gracias por las lindas fotos y el relato. Bendiciones

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