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sábado, 1 de marzo de 2014

Volver a escuchar

Conocé los distintos dispositivos para recuperar la audición


Gracias a la tecnología y a los avances de la medicina, hoy existen dispositivos que le permiten a una persona sorda recuperar la audición y con ella, la capacidad de relacionarse con el mundo.

          Fotos: internet
Información por Maria Belen Gutierrez Sieiro

La sordera no es solamente la pérdida completa de la audición en uno o ambos oídos, como indica la Organización Mundial de la Salud, sino también una incapacidad a nivel social. Al no poder sentirse integrado en las conversaciones, quien la padece vive apartado de sus amigos, de su trabajo, de su familia, y a medida que va bajando su autoestima va creciendo su aislamiento, que en muchos casos puede devenir en depresión.
                       
"El ciego es una persona integrada, pero el sordo no, porque no puede escuchar noticias ni oír a los amigos", asevera el doctor Mario Zernotti, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende de Córdoba, en un congreso realizado en Cancún, México.


Hace sólo algunos años, la cura para la hipoacusia era algo inimaginable. Hoy, gracias a la aparición de distintos aparatos, se pudo hacer realidad y quienes perdieron la audición pueden volver a disfrutar de los sonidos de su entorno.

Para aquellas personas con pérdida auditiva neurosensorial de severa a profunda, en cuyos casos los audífonos ya no alcanzan, la solución está en los implantes cocleares. En las primeras versiones, el sistema era realmente engorroso. Al paciente se le colocaba un dispositivo con un tornillo que hacía que permanentemente tuviera una herida abierta, con las complicaciones que eso traía aparejado. Sin embargo, los nuevos implantes son dispositivos completamente discretos. Tienen dos componentes: uno externo que se lleva detrás de la oreja y otro interno, que es el que se coloca debajo de la piel, detrás del oído. Estos aparatos incorporan una tecnología que los vuelve más delgados y flexibles y por ende, reduce los traumas tanto al momento de introducirlos como de extirparlos.


 Los pueden usar niños de seis meses en adelante y están diseñados para que duren toda la vida. Sólo basta que el paciente se someta a una cirugía en la que el médico coloca el implante y en tan sólo horas, una persona completamente sorda puede recobrar su sentido del oído. Sin embargo, no todas las personas pueden realizarse esta operación. Primero se deben hacer múltiples estudios y, si el paciente da con el perfil, recién ahí se evalúa ponerle el aparato que, en la Argentina, está cubierto por el Plan Médico Obligatorio.



Además, recientemente se presentó el primer procesador de una sola pieza para implantes cocleares que, gracias a su colocación en la parte superior de la cabeza, permite que la oreja quede completamente libre, sin necesidad de portar cables que lo conecten con el oído. 

Viene en cuatro colores diferentes, lo que lo convierte en un objeto sutil y discreto. Además del aspecto estético, es ideal para quienes usan lentes, ya que al no utilizar la oreja resulta mucho más cómodo.


Por otra parte, aquellas personas que no tienen orejas, o que sufrieron enfermedades crónicas del oído medio que destruyeron la cadena de huesillos pero conservan bien el órgano interno, cuentan con otra solución: un audífono implantable por vía ósea. "Antes el sistema no era muy amigable, pero afortunadamente, hoy tenemos un dispositivo, llamado Bonebridge, que se coloca debajo de la piel, es prácticamente invisible, no genera complicaciones y no necesita mantenimiento", asegura el ingeniero Marcos Schmitt, director de Gestión de Productos y Marketing de la unidad de MED-EL.

En primera persona

La sordera ya no es más definitiva. Por eso, lo importante es acudir primero al otorrino, quien será el encargado de evaluar la pérdida de audición y qué tipo de dispositivo es conveniente para cada paciente, tal como sucedió con los casos que siguen.

La infancia de José Luis Iguaín no fue fácil. De chico tuvo una infección en la cadera que por no estar diagnosticada a tiempo se expandió por todo el organismo y casi lo deja al borde de la muerte. Los médicos le dieron antibióticos para curarlo, pero uno de esos remedios le ocasionó una sordera profunda. "De un día para el otro no entendía lo que decía la profesora", rememora.

Aún con ese problema, pudo terminar la licenciatura en Física y posteriormente hacer un doctorado. Pero volver a escuchar era su gran meta. José Luis se considera un "tipo con suerte" y gracias a su personalidad inquieta logró dar con un doctor que le colocó dos implantes cocleares, uno en cada oído. Hoy está feliz de haber recuperado su sentido auditivo.

Algo similar le ocurrió a Enrique Arce. Nació en España hace 61 años y desde chico sufrió catarros, resfriados e infecciones, dolores y supuraciones en los oídos. Pasados los 30, los médicos le diagnosticaron una pérdida de la función auditiva y a los pocos años su capacidad se había disminuido a la mitad. Sufría cuando estaba en las reuniones porque no podía participar de las conversaciones, y fue tal su padecimiento que comenzó a aislarse de sus amigos y su familia.

Sin embargo, en junio de 2012 todo cambió. Los médicos le colocaron un implante activo de conducción ósea que le permitió volver a escuchar y aún hoy le parece extraño oír el sonido de los pájaros, del viento y hasta los pasos de la gente. "En 2012 recibí el Bonebridge, y la verdad es que he vuelto a escuchar sonidos que antes tenía olvidados", asegura con emoción y todavía asombrado.

El caso de la mexicana Eneida Rendón Nieblas fue más difícil. Es no vidente y a los 14 años dejó de oír. Le encantaba tocar el piano cuando era una niña, pero al perder la audición, su maestra no le quiso seguir enseñando, lo cual implicó un golpe emocional para ella. Cuando recién apareció el implante coclear, los familiares de Eneida temieron por alguna complicación y decidieron aguardar un tiempo más hasta que la tecnología se desarrolle.

Finalmente, en 2008 le colocaron el implante. "Recuerdo muy bien cuando por primera vez, después de la activación, oí las voces de mi familia, de la gente a mi alrededor y también los ruidos de la calle. Estoy muy feliz de volver a escuchar", afirma con entusiasmo y embargada todavía por aquellas primeras sensaciones que siguieron a la cirgugía. Actualmente, Eneida recuperó casi el 90 por ciento de su capacidad auditiva. Y no sólo eso, sino que además estudia y enseña piano a niños ciegos y sordos..


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